“No obstante, para muchas familias peruanas el aislamiento supone una reducción considerable de ingresos, disminución de los ahorros y aumentos de deudas”, señala el economista de la Universidad de Piura.
Por Hayrond Córdova. 08 abril, 2020.“Estamos en medio de la tormenta, por ello, todavía no conocemos la severidad de la crisis, pero la magnitud de las políticas no tiene precedentes en la historia reciente de nuestro país. Las decisiones, desde el punto de vista técnico, reflejan un manejo acertado de los recursos públicos y de las herramientas de política económica que tenemos”, explicó el doctor Fernando Fernández, docente del programa académico de Economía de la Universidad de Piura.
En la situación actual, indicó el profesor de Economía: “El objetivo central debe ser preservar el orden social. El aislamiento afecta a la clase media emergente, cuya fuente de ingresos principal es la economía informal. Estas familias, que no son las más pobres, también necesitan del apoyo del Gobierno. Para muchos, el aislamiento supone una reducción considerable de ingresos, disminución de los ahorros y aumentos de deudas”.
Otro factor que incide en el impacto de la crisis, advirtió Fernández, es el nivel de endeudamiento de los sectores. “Las industrias donde había mayor endeudamiento antes de la crisis sufrirán más que industrias con menores niveles de deuda (o mayor ahorro), porque las primeras tienen menor holgura financiera. Por esto el Gobierno, desde el frente fiscal y monetario, busca proveer de mayor liquidez a estas organizaciones”.
Por otro lado, “la estructura productiva de nuestra economía no se ha deteriorado; se ha paralizado. Las ventajas competitivas de las empresas no se han evaporado. Las habilidades y competencias de los trabajadores tampoco se han perdido. Todos estos recursos, acompañados de políticas económicas acertadas y reforzados con la solidaridad de los ciudadanos, servirán para volver a la senda de crecimiento que teníamos antes de la crisis”, señaló.
Además, en el nivel macroeconómico, “el Perú se encuentra en una posición favorable con respecto a los países vecinos. Los organismos internacionales reconocen la disciplina fiscal y monetaria de nuestra economía, reflejada en bajos niveles de deuda pública, altos niveles de reservas internacionales y estabilidad de precios”.
Estudios recientes, comentó el profesor, han analizado lo que ocurrió luego de la pandemia de la gripe española en 1918: “La evidencia de este evento histórico revela que la recuperación económica fue más veloz en lugares donde hubo políticas más agresivas y rápidas para contener la expansión de la epidemia. Sin embargo, estas conclusiones no necesariamente aplican al contexto actual, porque aún estamos en terreno desconocido”.